jueves, 18 de febrero de 2016

Selección de la Escuela Infantil: Consejos para la elección adecuada.



Factores a tener en cuenta a la hora de elegir una Escuela Infantil.

Llevar al niñ@ a escuela infantil se convierte en una necesidad cuando ambos progenitores trabajan y ningún otro familiar puede hacerse cargo del cuidado del bebé, pero es también una oportunidad para que el niñ@ reciba un extra de estimulación, se relacione con otras personas fuera del entorno familiar y aprenda a convivir con otros niñ@s, sobre todo si no tiene hermanos.

Para los padres resulta muy difícil separarse del bebé y dejarlo en manos de extraños. Lo mejor, antes de tomar una decisión, es pedir referencias y siempre visitar los centros seleccionados, preguntando todo aquello que les ofrezca dudas. Los padres se sentirán más seguros si el centro resuelve sus dudas, cubre sus expectativas y también transmitirán esta tranquilidad al niñ@, por lo que la separación será menos traumática.
Siempre que sea posible, lo mejor es que el niñ@ comience a asistir a la escuela infantil antes de cumplir los ocho meses, porque a esta edad le resulta más fácil adaptarse al cambio; o a partir del año y medio, cuando ya ha adquirido la suficiente autonomía para desenvolverse en un nuevo medio.

Los primeros días es conveniente que pase poco tiempo en el centro, para que se acostumbre paulatinamente a los nuevos espacios, a la compañía de otros niños y niñas y a los adultos que se encargarán de su cuidado.
A continuación, concretamos las claves y factores a considerar para saber cómo elegir una buena escuela infantil:

1. El personal.
2. El local.
3. La seguridad.

1. Elegir una buena escuela infantil: el personal.

La Ley define con bastante claridad los requisitos que debe cumplir una escuela infantil en términos de personal. Sabiendo los siguientes puntos podrás asegurarte de que tu hij@ estará correctamente atendido.
  • Las personas que se encargan de los niños deben ser profesionales con los estudios correspondientes de acuerdo a la legislación vigente (técnico especialista en educación infantil o título de magisterio especialidad educación infantil).
  • El centro debe contar con un educador por aula más otro de apoyo y, aunque no es obligatorio, es aconsejable que también tenga auxiliares, que no precisan la titulación mencionada, pero pueden tener otros títulos relacionados con la atención infantil.
  • El número de niños a cargo de un educador se distribuye así:
    • 8 como máximo en el aula de 0-12 meses
    • 13 como máximo en el aula de 12-24 meses
    • 20 como máximo en el aula de 24-36 meses.
  • Es muy importante que los educadores dediquen una atención personalizada a cada niño, teniendo en cuenta sus características propias. Al visitar el centro, conviene prestar atención a la forma en que los educadores tratan a los niños y niñas, y también observar la forma en que éstos se comunican con los educadores, y si existe empatía entre ellos.
  • Los niñ@s no están en la escuela sólo para que los “vigilen” mientras los padres y madres están ocupados, también deben recibir una estimulación apropiada a su edad, aprender a relacionarse con otros niños, y realizar actividades que faciliten su desarrollo global. Por esto, los padres deben informarse sobre la línea pedagógica del centro, y comprobar que el centro comunica periódicamente los progresos del niñ@, o cualquier problema que puedan detectar los educadores en la evolución del menor.

2. Elegir una buena escuela infantil: el local.

Hay algunos aspectos en los que debemos fijarnos sobre el local o recinto en el que se ubica la escuela:
  • La proximidad al domicilio o al lugar de trabajo de alguno de los padres es importante. Si está cerca del domicilio familiar el desplazamiento será corto (mejor que meter al niño media hora en un coche), y además podrá hacer amigos que probablemente residan en su mismo barrio. Si está junto al trabajo, el progenitor podrá recoger al niño en cuanto salga de trabajar, o acudir con mayor rapidez si surge algún problema.
  • La guardería debe estar situada en un edificio de uso exclusivo, o bien en un local de planta baja y primera planta dentro de un edificio que se destine también a otros usos, pero siempre y cuando tenga un acceso independiente desde el exterior.
  • El espacio debe estar dividido en un mínimo de tres aulas: una para los bebés de 0-12 meses, otra para los de 12-24 meses, y otra para los de 24-36 meses, además de un aula multiusos. Deben estar diferenciadas las zonas de juego y las de descanso.
  • La superficie mínima de cada aula debe ser de 30 m2, y cada niño tiene que disponer de 2 m2 mínimo.
  • Debe contar con un patio exterior para que los niños jueguen, con una superficie mínima de 75 m2, directamente accesible desde el centro y que disponga de zonas de sombra. Es aconsejable que tenga también alguna zona techada para que los niños puedan salir los días de lluvia. El patio puede ser interior, pero en este caso debe tener luz y ventilación naturales, y no se puede utilizar para otras actividades.
  • Cada aula debe disponer de un aseo, visible y accesible desde la misma, para uso exclusivo de los niños. El personal del centro tendrá su propio aseo, separado del de los niños.
  • Las aulas deben estar muy limpias y ordenadas, y tienen que tener ventilación y luz natural.
  • El centro debe disponer de cocina o zona para preparar los alimentos (mínimo 15 m2), incluso aunque utilice un servicio de catering, separada de las demás salas. Es importante conocer a la persona que se encarga de preparar la comida, y comprobar que los menús sean adecuados.

3. Elegir una buena escuela infantil: la seguridad.
Por supuesto, cerciorarnos de que la escuela cumple con las normas básicas de seguridad es fundamental:
  • El aula donde están los niños más pequeños, que no podrían salir por su propio pie en caso de ser necesario evacuar el centro, siempre tiene que estar en la planta baja.
  • Todos los enchufes o tomas de corriente deben estar a una altura fuera del alcance de los niños y/o con protección infantil. También los radiadores u otros elementos de calefacción.
  • Aquellos productos, utensilios y materiales que pueden resultar peligrosos para los niños tienen que permanecer en lugares inaccesibles para ellos.
  • Las ventanas tienen que resultar impracticables para los niños.
  • No deben existir superficies rugosas o rasposas, aristas en esquina ni escalones, y los suelos deben ser antideslizantes.
  • El centro debe contar con un plan de emergencia y evacuación y sistema contra incendios, y la puerta principal de salida debe abrirse hacia el exterior.