La llegada del otoño permitirá a los pequeños observar los
cambios que se producen en el entorno: se caen las hojas, disfrutamos de nuevos
frutos… También cambiamos nuestra forma de vestir, porque empieza a refrescar.
Cada situación en el aula supone para ellos sorpresas que le
ayudan en su desarrollo integral. Por todo, he preparado un “rincón del otoño”,
he cambiado la decoración del aula y los he recibido con una alfombra otoñal,
llena de hojas secas.
Decorar el
aula con murales realizados por los niños contribuye a hacer más suyo este
entorno. Además, ¡se divierten muchísimo!
En este caso, hemos mezclado la estampación de huellas con la
manipulación libre y el pegado de hojas secas en papel continuo.
Aquí hemos añadido trazos libres de colores otoñales y
pegatinas de ropa propia de esta estación.
¿Qué tal un buen desayuno? Nada como la degustación de frutos
de otoño…