domingo, 27 de septiembre de 2015

Ya llegó el otoño



La llegada del otoño permitirá a los pequeños observar los cambios que se producen en el entorno: se caen las hojas, disfrutamos de nuevos frutos… También cambiamos nuestra forma de vestir, porque empieza a refrescar.
Cada situación en el aula supone para ellos sorpresas que le ayudan en su desarrollo integral. Por todo, he preparado un “rincón del otoño”, he cambiado la decoración del aula y los he recibido con una alfombra otoñal, llena de hojas secas.


Decorar el aula con murales realizados por los niños contribuye a hacer más suyo este entorno. Además, ¡se divierten muchísimo!

En este caso, hemos mezclado la estampación de huellas con la manipulación libre y el pegado de hojas secas en papel continuo.


Aquí hemos añadido trazos libres de colores otoñales y pegatinas de ropa propia de esta estación.


 ¿Qué tal un buen desayuno? Nada como la degustación de frutos de otoño…
 


miércoles, 23 de septiembre de 2015

"La fiesta del cielo"



Un cuento para explicar el ciclo del agua a los más pequeños.

En esta entrada vamos a contar un cuento que puede servir como base para que los pequeños empiecen a entender el ciclo del agua, además de la importancia de este elemento imprescindible para la vida.
El cuento se titula “La fiesta del cielo” y puede convertirse en un cuento musical, si al narrarlo representamos a los personajes con los siguientes instrumentos:


Don Lorenzo (sol):

Bombo.

SeñorMar:        
Xilófono alto.
Don Pulpo:
Maracas.
Lasnubes:         
Xilófono bajo o metalófono bajo con baqueta blanda.
Tormentas:

Platos. 



“La fiesta del cielo”.

El Señor Mar, que era enorme, se sentía muy orgulloso de lo útil que resultaba a todos los seres de la tierra: en sus aguas vivían peces, algas, ballenas, delfines…, navegaban barcos, submarinos, la gente se divertían en sus olas… Además de él sacaban la sal… y muchas cosas más.



Uno de los animales más famosos de los que vivían en el mar, era Don Pulpo. Don Pulpo era viejecito y muy sabio, sabía de casi todo y pasaba mucho rato conversando con el Sr. Mar.
Un día, Don Pulpo amaneció muy malhumorado, porque dio un paseo por las profundidades del mar y encontró mucha basura (latas, plásticos, petróleo, y otras cosas que arrojaban). Escuchó el canto del alegre mar, y cómo el Sr. Mar decía: “Que grande y útil soy, no hay nadie a quien no pueda ayudar y nada que no pueda hacer”.

Don Pulpo, con su enfado, le respondió:
-Don Pulpo: Yo sí sé de algo que no puedes hacer.
-Sr. Mar: ¿Qué cosa es?
-Don Pulpo: No puedes volar como las gaviotas.


Al escuchar las palabras de Don Pulpo, el Sr. Mar se puso muy triste, no hacía ni olas.

De pronto, Don Lorenzo, que era redondito, alegre y muy luminoso, se preocupó por el Sr. Mar:

-Don Lorenzo: ¿Qué te pasa, Sr. Mar?
-Sr. Mar: Estoy muy triste, porque Don Pulpo me ha dicho que no puedo volar. Lo he intentado con fuerza, pero sólo me salen grandes olas.
-Don Lorenzo: Bueno, creo que puedo ayudarte.
-Sr. Mar: ¿Lo harías?

-Don Lorenzo: Esta tarde hay una fiesta en el cielo. No te puedo llevar porque eres muy grande, pero podría llevar parte de ti.
-Sr Mar: ¿Podrías?, ¿Cómo lo harías?


Don Lorenzo acercó sus rayos al Sr. Mar, y calentó, y calentó y calentó hasta que empezaron a subir gotitas del mar hacia el cielo.

-Sr. Mar: ¡Qué cosquillitas! Ja ja ja… y además, ¡estoy volando!, ¡mis gotitas vuelan!

Con las gotitas voladoras se formaron nubes, grandes y pequeñas, que parecía algodón. Las nubes asistieron a la fiesta de Don Lorenzo, donde se divirtieron con bailes, canciones y pajaritos de colores. Pero ya avanzada la fiesta, las nubes se vuelven a entristecer.


-Don Lorenzo: ¿Por qué estáis tristes ahora?
-Nubes: Veras, Don Lorenzo, aquí nos hemos divertido mucho y hemos aprendido que somos parte del Mar y podemos volar, lo que pasa es que echamos de menos
estar en la tierra ayudando a la gente, los árboles y plantas, a los animales, formando parte del mar o de los ríos, bajando por las montañas…
-Don Lorenzo: Me temo que esta vez no os voy a poder ayudar.


Cuando oyeron esto, las nubes se pusieron tan tristes que comenzaron a oscurecerse y… más tarde, comenzaron a llorar, primero chispeando y luego con una gran tormenta.
¡Qué sorpresa! ¡Con tanto llanto las gotas caían en la tierra! Mojaban las casas, regaban las plantas, llenaban los ríos, e incluso volvían al Sr. Mar que las esperaba con sus más esplendorosas olas. 



Debajo teneis el video del cuento, espero que os guste.